Uriel Carmona Gándara, fiscal general del Estado de Morelos, advirtió que la estrategia del gobernador Cuauhtémoc Blanco y del Comisionado de Seguridad, Ortiz Guarneros de tratar de incriminarlo con la delincuencia organizada, tendrá consecuencias legales y jurídicas contundentes.
Comentó que es entendible el objetivo que buscan, porque “ni el gobernador ni el comisionado de Seguridad son abogados; hoy están en el poder y esto, sin duda, va a tener consecuencias legales”, reiteró.
Aseguró que el informe de inteligencia de la Secretaría de Marina, donde se le vincula con el grupo criminal Los Rojos, tuvo una intencionalidad política y salió de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), que preside el almirante José Antonio Ortiz Guarneros.
“La relación que tengo con Los Rojos es que los meto a la cárcel”, asegura el fiscal general de Morelos.
Aseguró que dicho informe “no es más que una ficha que tiene una fotografía mía y una línea de información. No hay nada más. No hay una investigación, no hay nada que sustente ese informe”.
Expuso que en octubre de 2018, cuando el exfutbolista Cuauhtémoc Blanco llegó a la gubernatura de Morelos, nombró a Ortiz Guarneros al frente de la CES quien, a su vez, le propuso nombrar como jefe de la Policía de Investigación Criminal de la Fiscalía de Morelos al capitán de navío Francisco Molina.
Carmona Gándara señaló que aceptó la propuesta de Ortiz Guarneros y que a finales de 2018 el capitán Francisco Molina le comentó que el titular de la CES estaba preparando un informe para entregárselo a la Unidad de Inteligencia Naval de la Armada de México, en donde estaba integrando una lista de funcionarios y políticos del estado que supuestamente tenían vínculos con el crimen organizado, y en la cual estaba él.
En entrevista con El Sol de México para dar su versión sobre este informe de inteligencia de la Secretaría de Marina, que forma parte de los millones de correos electrónicos que fueron sustraídos al Ejército mexicano por el grupo de hacktivistas Guacamaya, el fiscal morelense señaló que le manifestó al capitán Molina que esa era una “irresponsabilidad” de Guarneros.
“Días más tarde me reuní con el comisionado de Seguridad —quien venía de Veracruz para trabajar en Morelos—, en un hotel de Cuernavaca, y le aclaré que yo provengo de una familia muy reconocida y respetada en el estado, y que lo que iba a entregar a la Marina era una arbitrariedad”, relató Carmona Gándara.
El almirante José Antonio Ortiz Guarneros —añadió el fiscal general de Morelos— “se comprometió a no incluirme en esa lista y a no entregar un informe con mentiras a la Marina, y ahora estamos viendo que sí la mandó, pero sin ningún sustento, sin ninguna prueba y sin ninguna investigación”.
Luego de tal reunión con Ortiz Guarneros, mencionó Uriel Carmona que se enteró que el comisionado de Seguridad del gobierno de Cuauhtémoc Blanco grabó con una cámara ese diálogo, pero además gestionó ante la Secretaría de Marina enviar al jefe de la Policía de Investigación Criminal y capitán de la Semar, Francisco Molina, a un barco en Puerto Peñasco, Sonora, acusándolo de “deslealtad”.
El fiscal de Morelos destacó que indudablemente este asunto tiene un sesgo político y que las declaraciones en su contra del gobernador Cuauhtémoc Blanco y de Ortiz Guarneros no tienen sustento jurídico alguno.
Comentó que es entendible, porque “ni el gobernador ni el comisionado de Seguridad son abogados; hoy están en el poder y esto, sin duda, va a tener consecuencias legales”.
“Yo haré lo propio. Soy abogado, soy doctor en derecho penal, entonces, yo sé cómo defenderme ante la vía jurídica”, enfatizó.
Carmona Gándara también cuestionó el supuesto vínculo que se hace en este informe de inteligencia de la Secretaría de Marina entre él y el grupo criminal Los Rojos y/o Gente Nueva, ya que, afirmó, “esa organización delictiva prácticamente ya está desmantelada por acciones de la Fiscalía que encabezo”.
“Desde la Fiscalía de Morelos detuvimos a los tres hijos del líder criminal de ese grupo, Santiago Mazari Hernández, El Carrete, todos por delitos graves y están en prisión, aquí en el estado. También detuvimos al lugarteniente de El Carrete, que le apodan La Kika; hemos detenido prácticamente a todos los jefes de plaza y operadores de Los Rojos en Morelos”, recalcó el abogado.
El fiscal morelense sostuvo que a partir de que asumió el cargo en esa institución, en 2018, se han detenido y procesado a 128 integrantes de esa organización criminal.
Incluso, enfatizó que el mismo comisionado de Seguridad Ortiz Guarneros reconoció en una entrevista que en los penales de Morelos “más del 80 por ciento de los internos que están cumpliendo alguna condena son del grupo delincuencial de Los Rojos, y a esos presos los puso en la cárcel la Fiscalía de Morelos, que está bajo mi mando”.
Uriel Gándara señaló que a veces “es muy ingrato” desempeñar la labor de fiscal de Morelos, sobre todo porque “hay gente que ni es de aquí del estado; nos hace señalamientos, cuando ni siquiera nos conocen”.
“Muchas veces, incluso, el mismo gobernador Cuauhtémoc Blanco ha presumido logros en detenciones de líderes de criminales, cuando son de la Fiscalía que presido”, concluyó.
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